Testimonio de Gabriela Zermeño, maestra inspirada en Anusara Yoga que acaba de sumarse al proyecto de dar clases de Yoga en el CERESO (Centro de Rehabilitación Social) de Atlacholoaya:
Hola Ann
Pues vengo regresando del CERESO. Y primero que nada te quiero felicitar por la maravillosa labor que has hecho, un GRAN SUEÑO convertido en realidad. Realmente es una gran labor y poder poner un granito de LUZ a este mundo.
Para mi fue todo un reto y sobre todo por manejar la mente, los paradigmas y mis ideas. Fue una gran practica... ver que todos somos iguales y formamos parte de algo mas grande y al estar ahi fue vivirlo, sentir que en esencia no hay nada diferente entre ellas que estan adentro y nosotros que estamos afuera, simplemente nostros tuvimos la bendicion que nos enseñaran otros camino y el poder enseñarles esta nueva puerta creo que es uno de los trabajos mas maravillosos. Pero es igual que alguien nos enseño a nosotros y en nuestras clases es lo que tratamos de hacer con todas las personas. Estemos donde estemos nuestro trabajo es buscar ese camino y recorrerlo con todo el amor.
Asi que como siempre te doy gracias por todas tus enseñanzas, por esta nueva oportunidad, porque creo que a la que mas les sirvio de todas las que estabamos en el salon fue a mi. Me senti profundamente agradecida con todos mi Maestros... con la vida... de todo lo que tengo, al salir y poder llegar a mi casa me di un baño que no sabes como lo disfrute, un desayuno que me supo a gloria... y asi poder ir hacia atras y ver todo lo que la vida me ha dado, todo lo que me ha enseñando, los maestros maravillosos que me ha puesto en el camino, como tu... Te sientes bendecida por la vida y parte de agradecimiento tiene que ser tambien el dar.
Gracias, por todo.
Con todo mi carño y agradecimiento,
Gaby
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