Testimonio semanal de Soren García, maestra que participa en el proyecto de Yoga en prisiones:
Fui al penal, y como siempre fue una experiencia muy hermosa. Asistieron 28 (muchos menos que las veces anteriores) pero los que fueron estuvieron súper atentos y centrados en la práctica, lo cual no deja de maravillarme, y sorprenderme además de hacerme valorar el tan valioso trabajo que han hecho tu y los otros maestros por lograr que los reos desarrollen tanto interés y compromiso.
Según las indicaciones que diste del trabajo con los chacras, decidí centrar la atención de la práctica en Anahata, por lo que hicieron una secuencia de backbends todo el tiempo atentos y conscientes de la apertura del pecho, del corazón y de las sensaciones que les genera ese trabajo. Puse mucho énfasis en el llevar los hombros hacia atrás y los omóplatos a la cintura y lo incorporaron bastante bien a las posturas.
Los sentí muy atentos durante toda la práctica de asanas y cuando al final, en la meditación, les pedí que pusieran atención en las emociones y en la forma en la que el abrir el pecho y el corazón podía ayudarlos a vincularse de forma más compasiva, amorosa y empática, los percibí muy concentrados y emocionados.
Al final, como siempre, me agradecieron mucho y me pidieron que no dejara de ir, y en realidad, la que se lleva el corazón lleno de agradecimiento por poder compartir con ellos algo que tanto quiero y que me ha cambiado la vida soy yo.
Te mando un abrazo.
Soren
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